Pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo, por lo que el cómo y cuánto tiempo le destinemos a eso puede afectar el resto de nuestras actividades diarias y nuestra calidad de vida.

La edad afecta directamente la cantidad de horas que dormimos, ya que ésta va disminuyendo conforme nos hacemos mayores. Una guagua puede dormir de 12 a 14 horas por noche; un niño de 11 a 12 horas; un adulto de 7 a 8 horas. Aun así, lo que finalmente duerma una persona dependerá exclusivamente de su fisiología y de sus características individuales.

Así cada uno tiene una definición diferente de lo que es el “sueño reparador”, sin embargo, todos podríamos estar de acuerdo en que éste debiera permitirnos despertar descansados y con energía para comenzar un nuevo día.

¿Has oído del mindfulness? Esta técnica de meditación tan popular entre celebridades nos entrega bastantes herramientas para estimular el sueño y tener un sueño reparador. La Dra. Arlene Unger en su libro “Dormir: 50 Ejercicios mindfulness y de relajación para un sueño” nos da ideas sencillas y fáciles de llevar a cabo para dormirnos y evitar el insomnio. Entre Nosotras seleccionamos 5 estrategias para dormir mejor:

  • Come alimentos livianos y procura que tu última comida sea al menos 2 horas antes de ir a dormir. Si al acostarte aún tienes apetito, lo ideal es comer alimentos que estimulen la producción de melatonina (hormona del sueño) como cerezas, plátano o el sabido vaso de leche tibia.

  • Piensa en cosas agradables y tranquilas, ya que el pensar en nuestros problemas no nos ayuda a dormir. En este libro se menciona un buen ejercicio que consiste en dejar papeles, carpetas, computador y cualquier cosa que nos recuerde las dificultades del próximo día, fuera de nuestro dormitorio, para crear la sensación de que ese momento es única y exclusivamente para descansar.
  • Haz el intento de dormirte, si no funciona, busca una actividad tranquila como leer o pintar mandalas. Mientras más pensamos en que no podemos dormir, más cuesta conseguirlo. Por lo mismo si pasan unos minutos (30 minutos aprox.) y no has conciliado el sueño, no insistas y haz algo tranquilo como leer o pintar mándalas o una actividad repetitiva como tareas domésticas.
  • Evita la cafeína y otras sustancias estimulantes. En su lugar escoge tomar hierbas como la manzanilla o un vaso de leche. Este último evoca recuerdos de la niñez por lo que suele tener un efecto calmante.

  • Desconéctate de los aparatos electrónicos por lo menos dos horas antes de irte a dormir. Esto se debe a que las luces led mantienen encendido nuestro cerebro dos horas después de que dejamos de ver las pantallas. Por lo tanto, si nuestra última mirada al celular fue a las 21:00 horas, recién estaríamos descansando a las 23:00 horas o sea es como dormirse dos horas más tarde.

Trata de hacer algunos de estos pequeños cambios y verás que puedes dormir mejor, pero por sobre todo ¡no luches si no te duermes pronto!

 

*Imágenes: Glamour México, Getty Images. 

¿Te gustó este artículo?

Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en Linkdin
Compartir en Pinterest

DEJA UN COMENTARIO

Deja un comentario