La mayoría de las personas hemos tenido una mascota en algún momento de nuestras vidas. Desde un perro, un gato o peces, hasta incluso animales más exóticos, no importa cuál sea la mascota que escojamos, esta siempre nos traerá múltiples beneficios a nuestras vidas.
Recuerdo que cuando mis hijos quisieron un perro, yo era la más reticente a ello ya que decía: “¡Claro cuando sea cachorro, todos lo van a querer y cuidar pero a medida que crezca la que va a tener que hacerse cargo de él , voy a ser yo!”.

Hoy, nuestro perro tiene 10 años y es parte de nuestra familia. Siento que creció con nuestros hijos y ellos lo vieron crecer. Y muy rara vez he tenido que preocuparme yo de él, ellos hacen turnos para darle su comida y los remedios que ahora necesita tomar.
Tener una mascota representa beneficios en los aspectos fisiológicos, terapéuticos, psicológicos y psicosociales. Si ahondamos en los beneficios psicológicos que implica tener una mascota, podemos mencionar los siguientes:
- Ayudan a reducir nuestro estrés. Al tener una mascota y jugar con ella se disminuye el cortisol, que es la hormona encargada de los niveles de estrés. Por esa razón nos sentimos más relajados y tranquilos cuando estamos con ellos.
- Disminuyen la sensación de soledad. Cuando se tiene una mascota es muy difícil sentirse solo. Además nos brindan algo en que enfocarnos aparte de nuestros malestares emocionales. La compañía de una mascota estimula también el contacto físico y la comunicación. Por otra parte , el salir a pasear con nuestro perro puede ser la oportunidad para conocer a otras personas y hacer nuevas amistades…cuánta gente suele acercarse a los perros para acariciarlos o preguntarle a su dueño sobre sus nombres!
- Mejora nuestra autoestima debido a su amor incondicional, nos hacen sentir amados y reconocidos y nos dan la sensación de ser necesitados por otro. Además en el caso de tener un perro, este muchas veces nos hacen sentir más seguros y protegidos en nuestra casa, lo cual aumenta nuestro bienestar.
- Se desarrolla un sentimiento de apego principalmente en los niños. También ayudan a crear un sentido de responsabilidad en los pequeños, al tener que hacerse cargo de su alimento, sacarlos a pasear, bañarlos ,etc. Sin contar con la fuente inagotable de estímulos que pueden representar para un niño.
- Nos hacen sentir más felices. Cuando se tiene la posibilidad de jugar con su mascota se aumentan los niveles serotonina, lo que nos hace sentir más felices. Sabemos que ellos siempre estarán cuando los necesitemos. Y por lo mismo creo que este último punto es el más importante, ya que al tener una mascota nuestro único desafío será amarlos de la misma forma en que ellos lo hacen: incondicionalmente.
Por Viviana Santana, psicóloga de adultos, niños y adolescentes.