Jamás me había hecho un masaje hasta hace una semana. Honestamente nunca llamó mi atención hacerme masajes principalmente porque soy de esas mujeres que no disfruta de esas cosas que requieren demasiado contacto como masajes o ir a la peluquería.
Pero cuando Diana Menéndez, kinesióloga y especialista en Cirugía Plástica, nos contó sobre un novedoso método llamado MAF que era ideal para desinflamar, atrajo mi atención.
MAF significa Método Amanda Fernández por el nombre de la brasileña que lo inventó. Diana fue una de las pioneras en Chile en conocer el tratamiento y en certificarse con la misma creadora. «Me fui a certificar a Río de Janeiro con Amanda Fernández previo a la pandemia. Ella mezcló maniobras que ya existían enfocándose en desinflamar lo que para mí fue muy revolucionario», cuenta la kinesióloga quien además tiene un Magíster en inflamación en la Universidad de Salamanca en España.
MAF por lo tanto, consiste en un tratamiento que ayuda a relajarse y a bajar la inflamación que pueda estar en el medio extracelular y desechos que el cuerpo no puede eliminar por la alimentación procesada. Esto ayuda a bajar los niveles de cortisol (conocido como la «hormona del estrés») y permite sentirse mejor.
La sesión se realiza solo con las manos, y puede durar hasta 2 horas. Si hay tanta inflamación en algunas zonas entonces duele un poco, pero la idea es bajar el cortisol y por ello, no se trabaja con dolor, así que lo que se hace es hacer maniobras más suaves y delicadas. Por ello finalmente dependerá de la paciente cuánto se demorará en la sesión, sin importar la contextura física o el peso, la inflamación es diferente en todos.
El efecto es inmediato. «No muevo ninguna gota de grasa, es solo inflamación, y los pacientes lo notan en la ropa», explica Diana y agrega que este tratamiento ha sido de gran ayuda para pacientes con dolores de cabeza, constipación, etc. «Al sacar estos desechos, el oxígeno y los nutrientes llegan mejor a todos los tejidos y órganos, por lo que te sientes inmediatamente más liviana».
Con la pandemia y la considerable reducción de la movilidad, llegan a la consulta de Diana desde atletas a personas sedentarias y prácticamente ninguno de ellos se salva de la inflamación. Todos son candidatos para el MAF a excepción de personas con insuficiencia cardíaca o embarazadas (para ellas si es bueno el drenaje linfático, pero el MAF no por las maniobras viscerales) tampoco debieran realizárselo gente con un cuadro infeccioso o de fiebre agudo.
¿Qué diferencia tiene el MAF con el drenaje linfático?
El Drenaje Linfático es una técnica, mientras que el MAF es un método que mezcla varias técnicas. El MAF combina drenaje linfático con otras maniobras específicas viscerales que van a potenciar el movimiento de algunas vísceras y la absorción de nutrientes de éstas. Hay maniobras para el hígado, maniobras renales, intestinales, y otras técnicas que ayudan a expandir un poco más el diafragma y a potenciar el proceso de reabsorción de todo el sistema linfático. El MAF tiene un efecto más potente.
¿Con qué frecuencia deberíamos realizarnos el MAF?
El MAF puede durar dos semanas o seis meses. Depende de la alimentación que uno lleve posterior al tratamiento, por ejemplo, si uno come y toma de todo, el efecto durará poco, pero si es combinado con nuevos hábitos y se baja la ansiedad, este durará mucho más, meses. La frecuencia que Diana más ve en su consulta de Providencia es de 1 a 2 meses.
Mi experiencia
Primero que todo debo admitir que iba un poco nerviosa. No sabía bien a qué me enfrentaba y tampoco conocía en persona a Diana Menéndez. Sin embargo, apenas entré en su consulta en Providencia me sentí súper cómoda y a gusto, a pesar de estar en ropa interior durante toda la sesión.
Mi sesión duró 1 hora y media, e incluía MAF Corporal y MAF Facial, pero entre la música de fondo, la grata conversación con Diana y el masaje relajante el tiempo pasó volando. Diana comenzó masajeando mis hombros y cuello, lo que me sorprendió porque creía que eran masajes únicamente en el abdomen. Error. El MAF corporal incluye todo: hombros, cuello, brazos, abdomen, piernas, espalda.
El único momento que sentí un poco de presión fue en la parte interna de los brazos, pero al comentarle a Diana ella comenzó a hacer movimientos más suaves, eliminando la molestia por completo. El resto del masaje fue realmente agradable, incluso, cuando pasó a la espalda, cabeceé un par de veces. Junto a los masajes, también hicimos ejercicios de respiración.
La temperatura de la sala era perfecta, y nunca sentí frío por el aceite con el que ella masajea. Dentro de los aceites que Diana tenía, yo escogí fue el de Almendras que tenía un aroma delicioso y relajante. Una vez que finalizó el masaje no sentí la piel grasosa ni se pegó a mi ropa al vestirme.
¿Recomiendo el MAF? ¡Por supuesto! Mi primera experiencia con los masajes no puede hacer sido mejor. Diana me hizo sentir muy cómoda en todo momento, me enseñó sobre el MAF y el lugar es muy privado y cómodo.
Apenas terminó el tratamiento me sentí más liviana y relajada. Durante el día noté que mi pantalón apretaba menos en la cintura al sentarme y esa noche dormí mejor que nunca. Por ahora llevo una semana y mi estómago se sigue viendo más plano, y yo me siento más ligera. En otro sentido que me ayudó fue con mis dolores de cabeza. Sufro constantemente de migrañas horribles, y durante esta semana no he tenido ninguna, esperemos que siga así.
He combinado esto con una alimentación más balanceada, y por recomendación de Diana, los días posteriores al MAF evité los alimentos procesados que me gustan. Si aún se encuentran escépticos con los resultados les dejaré las fotos que Diana tomó (con autorización claro) antes y después del MAF.
¡Hablan por sí solas!
Si te interesa probar este método, te recomiendo a Diana Menéndez ojos cerrados! Además de realizar el MAF Corporal y Facial, hace otros tratamientos estéticos como BB Glow y Drenaje Linfático. Puedes contactarla y conocer los valores en su Instagram @dmkinesiologia